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Perfil del niño de 1 año
(por Carolina Trapani)

¡Gracias, Carolina!

Introducción:

Habitualmente se denomina al niño que se encuentra en este período como deambulador, ya que se caracteriza por una conducta predominantemente motora.
El grupo de niños de esta edad tiene un tiempo de atención limitada, y en todas las actividades que se realicen es de fundamental importancia la intervención del adulto.
Los niños de esta edad buscan su independencia y desplazarse libremente, necesitan tocar, manipular, explorar el medio lo cual obliga al adulto a estar atento a sus iniciativas.
Piaget distingue cinco conductas que aparecen casi simultáneamente en los niños en el curso del segundo ano de vida: la imitación diferida (cuando el niño reproduce gestos, movimientos o palabras de otras personas en ausencia de estas), el juego simbólico (aquel en donde los niños "hacen como si" fuera verdad imitando roles), el dibujo (por pequeños que sean sus diseños, es capaz de darles significados si encuentra alguien interesado en su producción), la imagen mental (logra su permanencia en la mente del niño cuando puede evocar objetos, personas o situaciones no presentes) y la evocación verbal de acontecimientos (expresarse a través de balbuceos o palabras, que pueden ser acompañadas por gestos, señalando alguna acción que se produce, por ejemplo diciendo "uuhh!" y/o tomándose la cabeza con las manos, cuando algo se cae).

Problemáticas centrales que caracterizan a esta edad:

La propuesta docente deberá contemplar el inicio del juego simbólico, la expresión verbal y no verbal, la estructuración del objeto permanente y la organización del espacio y el tiempo.
Los vínculos afectivos con los adultos, padres y docentes, serán el marco de seguridad y confianza que permitirá iniciar las prácticas higiénicas. Por último se favorecerá el desarrollo de la motricidad fina y gruesa.


Aspecto Motriz:

A partir de los 12 meses pueden sostener su peso en la posición de pie y mantener el equilibrio cinético caminando, al comienzo con algún sostén. No obstante, mantiene flexionadas las rodillas y balancea los brazos para reforzar este precario equilibrio hasta alrededor de los 18 meses.
12 a 18 meses: durante este período marchan ya sin sostén, con sus piernas separadas, alternan cuadrúpeda con la marcha, y en algunos casos, ante el apuro gatean, toma objetos con la pinza de dos dedos: pueden pasar las paginas de un libro de a dos o tres juntas. También a partir de este mes, generalmente, los niños logran mayor seguridad en su marcha, bailan al compás de una melodía, mira libros de figuras y garabatean
18 a 24 meses: ya en este período comienza el correteo, pueden subir y bajar escalones con ayuda del adulto, utiliza un medio para llegar algún fin, por ejemplo: empujar una silla hasta el lugar determinado y se sube para alcanzar un objeto que de otra forma no podría agarrar. Logran trasvasar elementos.
Su campo de exploración se amplia notablemente en el transcurso de este período
En ocasiones a esta edad, disfrutan arrojando objetos al aire, así como también le agrada introducir los dedos en orificios y , tal como se viera al tratar el desarrollo de la marcha, goza empujando, arrastrando y trasladando objetos. También pueden, y les divierte empujar objetos; cajas pelotas, con el pie.

Tipos de estimulación:
Reconocimiento de partes del cuerpo: juegos imitativos con manos, ojos, y boca, palmoteos en diferentes partes del cuerpo, hacerse chiquititos, etc.
Afianzamiento de la marcha: caminar tomados de la mano, utilizar juguetes de arrastre y pelotas para realizar diferentes acciones, etc.
Relación óculo-manual y experimentación con objetos variados: actividades con elementos que motiven a los niños a realizar acciones como: poner, sacar; con cajas, canastos, juegos de emboque, etc. También, juegos imitativos: con muñecas, cunitas, cucharas, cocina, etc. Acompañar las acciones de canciones : sonidos, onomatopeyas, frases, mostrarles imágenes mientras se les habla o relata un cuento-poesía-rima.

Aspecto Socio-afectivo:

El niño puede voluntariamente alejarse de su mamá y volver a ella cuando lo desee.
Acepta separaciones por lapsos cortos de manera gradual.
Pertenencia del objeto: el niño aprende a buscar el objeto en el último lugar en que lo vio desaparecer. Hay un proceso en la diferenciación del objeto en si, respecto de sus acciones hacia el.
Trata de compartir su juego con el adulto.
Comienza a interactuar de manera más activa con otros niños, gustando examinarse entre sí, mediante abrazos o empujones.
Límites: los deambuladores son niños activos, con un gusto por la exploración y experimentación vigorosa y rigurosa. Debido a esta movilidad activa es que se hacen necesarios los límites. Estos deben no ser considerados como restricciones, sino como "medios para canalizar la conducta del niño de áreas de restricciones a áreas de libertad" por ejemplo: no podrá romper un libro como ser un diccionario pero se le puede poner a su alcance algún material del cual pueda disponer y manipular a su manera. Esto significa ponerlos a la vista del niño evitando así la necesidad de una prohibición. La firmeza y consistencia de los límites necesarios deberán ser balancazos por una cierta medida de flexibilidad por una disposición que permita al niño aprender por si mismo.
Tiene períodos muy breves de atención.

Aspecto Intelectual:

Se constituyen nuevos esquemas, hay experimentación e investigación sobre todo aquello que es nuevo. La coordinación de los esquemas esta dirigida por la búsqueda de nuevos medios (utiliza los esquemas que posee, y ya conoce, para hallar nuevos).

Conducta de soporte: acerca objetos alejados tirando hacia si del soporte en el que están colocados, por ejemplo, un niño quiere agarrar un juguete que esta sobre una manta y logra hacerlo tirando de ella. El niño tantea para lograr un objetivo y esto supone una nueva acomodación de los esquemas que posee a la nueva experiencia.

Conducta del cordel: acerca el objeto mediante el cordel por ejemplo: tira una soga para que el camión que esta sujetado por ella llegue hasta el. Aquí se realiza una acomodación de tanteo dirigida por un esquema de asimilación.

Conducta del bastón: se trata de llagar al objeto utilizando un elemento auxiliar, por ejemplo: el niño alcanza el objeto ayudándose con una varilla o bastón. Llega a la utilización de este elemento por tanteo y experimentación activa.

El juego es el centro de sus movimientos; a través de él reproduce lo que más le impresiona o le agrada, asimila la realidad del mundo que lo rodea, vuelve a vivirla para dominarla o cambiarla. Es el comienzo del juego simbólico: hacer dormir a la muñeca, cantarles, darle de comer, y otra serie de acciones que imitan el comportamiento de los adultos hacia él o de él mismo.
Su conducta es egocéntrica, aunque le gusta jugar en compañía de sus pares -juego paralelo- y goza repitiendo acciones sobre objetos para ejercer su habilidad.
Disfruta manipulando masa, gustándole tocarla, apretarla, sacar y poner, abrir y cerrar. También se entusiasma garabateando con crayones o tizas. Comienza a darles nombre a sus trazos pero si, en otro momento, la docente le muestra el mismo dibujo, no reconoce los trazos y cambiará los objetos o personas mencionadas.
Comienza con la construcciones, en las que el aplica sin discriminación de color ni tamaño, hasta la construcción en la que hay sentido constructivo y creador.

Le agradan los juegos de construcción, los cuales mantienen su carácter de juego de ejercicio. En un primer momento, el niño juega solo limitándose a manipular y llevar de un lado a otro los bloques y apilarlos en montones irregulares. A través de estos juegos de construcciones y el placer que encuentra en hacerlas y derribarlas son actitudes en donde el niño afirma su "yo".

Lenguaje:

El niño de esta edad comienza la etapa de adquisición del lenguaje, pero en un primer momento su preocupación por caminar y explorar le hacen olvidar el hablar.
Nombra objetos únicos sin clasificar.
No usa palabras para hechos no observables, aprendiendo el nombre de aquello que sí experimentó.
Presta atención y comprende aquellas palabras que usan los adultos, especialmente aquellas que designan cosas de su interés.
Tiene un vocabulario personal, subjetivo (nombra cosas que le agradan y las que no).
Posee una gramática pasiva que le permite entender muchas oraciones emitidas por los adultos.
Comienza a utilizar palabras que designan sus comidas preferidas, sus prendas de vestir, animales, juguetes, personas, etc.
Comienza a combinar dos palabras en sus emisiones: gramática activa.
A medida que madura comienza a sentir la necesidad de decir otras cosas para lo cual usa lo que ya sabía, más otras palabras nuevas que incorpora.
Comienza a utilizar el lenguaje para: expresar sus sentimientos, establecer contacto afectivo, comunicarse con el adulto.
Aparecen frases pivotales: primer tipo de frase de 2 palabras. Consiste en una palabra que funciona como eje (pivote) por ejemplo: mío, quiero, no, y otra palabra con la que articula para formar una estructura "mía mama"}
Se destaca el uso de la palabra pivotal "NO".


Bibliografía:

"Hacia el Jardín Maternal" Duprat, Malajovich, Wolodarsky. Ed Búsqueda. Bs As, 1989.
"Reflexiones sobre el Jardín Maternal" Marey, Farinati, Ed Nueva Visión. Bs As, 1987.
Pedagogía del Nivel Inicial, Duprat, Malajovich.
El jardín Maternal entre la institución y el saber, Moreau de Linares. Ed: Paidos. Bs As, 1995

 

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