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                Proyecto: Salas de 
                4 y 5 años
                "10 cuentos para la imaginación"
               
             
          
          07- 
            Una carta para un cartero
          Esta 
            es la historia de Tomás el cartero: Tomás era cartero, 
            igual que lo había sido su papá, su abuelo y su bisabuelo
 
            y quizá también el papá de su bisabuelo.
            Todos los días repartía un montón de cartas, 
            ¡una bolsa llena!
            Las personas lo esperaban impacientes y cuando lo veían llegar, 
            le preguntaban:
            -Tomás, ¿hay algo para mí?
            Y cuando recibían buenas noticias, hasta lo convidaban con 
            caramelos.
            Pero a Tomás le gustaba llevarle las cartas a doña Eulalia. 
            Su casa quedaba al final del recorrido, entonces, las suyas eran las 
            últimas que repartía.
            Doña Eulalia era una anciana afectuosa que le pedía 
            que se las leyera porque no veía bien.
            Y a Tomás le encantaba hacerlo porque se las enviaba un nieto, 
            que era capitán de un barco y siempre estaba ando la vuelta 
            al mundo. Era tan lindo leerlas...
            Tomás se imaginaba que era él quien vivía todas 
            esas aventuras y soñaba con países lejanos. Pero lo 
            que Tomás realmente deseaba, no era viajar, sino recibir una 
            carta; aunque fuese una sola, pero con su nombre en el sobre, ¡nunca, 
            en toda su vida, había recibido una! Pero, ¿cómo 
            hacer, si todos sus amigos y parientes vivían cerca?
            Cada día se lo veía más abatido y preocupado 
            y la gente comenzó a asustarse cuando lo veía llegar 
            con esa cara triste. Todos le preguntaban alarmados:
            -¿Qué pasa, Tomás? ¿Trae malas noticias?
            Y como a nadie le gustaba recibir a un cartero con cara triste y, 
            además, querían mucho a Tomás, preguntaron y 
            preguntaran hasta enterarse de qué era lo que lo afligía 
            tanto y luego comentaron:
            -¡Qué barbaridad! ¿Vio? Nunca recibió una 
            sola carta... ¡pobre Tomás! con razón estaba tan 
            triste.
            Y por fin alguien dijo:
            -¿Y por qué no le escribimos nosotros?
            Era una gran idea y a todos les gustó. Entonces escribieron 
            a Tomás las cosas que nunca le habían dicho antes; es 
            decir, cuánto lo apreciaban, cómo les gustaba verlo 
            llegar, y le daban las gracias por todo eso.
            Al día siguiente, cuando Tomás fue al correo a buscar 
            la correspondencia para repartir, encontró que su cartera estaba 
            más llena y pesada que de costumbre y; ¡¡¡gran 
            sorpresa!!! su nombre y dirección estaba en casi todos los 
            sobres.
            Sí, eran para él; por fin su sueño se había 
            hecho realidad.
            Estaba tan contento y emocionado, que se puso a leerlas todas. Una 
            por una. Y a contestarlas todas y... leyéndolas y contestándolas, 
            se le hizo tan tarde que cuando terminó de hacer el reparto 
            ya era de noche. Pero nadie se enojó y otra vez volvió 
            a ser un cartero alegre y feliz.
            
          
          BARTHE, 
            Raquel Marta.
          Día 
            del cartero: El primer cartero de Buenos Aires se llamaba Bruno Ramírez. 
            Su primer trabajo fue el 14 de septiembre de 1771. Por eso, el 14 
            de septiembre es el Día del Cartero.
            Fuente: 
            Los libros del caracol 2. - Buenos Aires : Estrada, 1998.
          
          Actividades:
          
            Unidad didáctica: "Los servidores públicos", 
            "¿Cómo nos comunicamos?" o "El cartero".
          Preguntas 
            de motivación:
          - 
            ¿Qué trabajo hacía Tomás?
            - ¿Por qué le gustaba llevarle cartas a Doña 
            Eulalia?
            - ¿Qué era lo que más deseaba Tomás?
            - ¿Por qué estaba triste?
            - ¿Cómo lo ayudó la gente del pueblo?
            
          Consignas:
          Sala 
            de 4 años: - Elegir la parte del cuento que más le gustó 
            y dibujarla con crayones.
            Sala de 5 años: - Dibujar al personaje del cuento mientras 
            realiza su trabajo. Pintar con marcadores.