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Cuidados de urgencia- Página 2

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Pérdida de conocimiento:
Es la inhibición parcial o total de las funciones del cerebro. Puede estar producido por diversos orígenes, como una enfermedad o bien una situación psicológica. Puede ser de distintos tipos:

- Desfallecimiento: Se caracteriza por la presencia de mareos, pérdida de la estabilidad, náuseas, palidez y/o un zumbido en los oídos. Dura unos instantes.

- Lipotimia: Es la pérdida pasajera del conocimiento y del movimiento. Disminuyen las funciones del organismo (respiración y circulación). Bien tratada, dura poco tiempo.

- Shock: Se produce por una insuficiencia del sistema circulatorio, es un estado de irrigación sanguínea inadecuada a todas las partes del cuerpo. Los signos que aparecen son: confusión, pulso débil y rápido, hipotensión, náuseas y vómitos, palidez o cianosis en mucosas, frío, respiración superficial o irregular. El shock puede ser hipovolémico (provocado por pérdida de sangre o deshidratación) o neurogénico (provocado por excesivo dolor).

Qué hacer:
- Desfallecimiento: Sentar a la persona bajándole la cabeza y ubicándola entre las piernas.

- Lipotimia: Acostar a la persona, elevar los miembros inferiores a 45 grados y masajearlos de arriba hacia abajo. Si está consciente se le puede dar un poco de agua con azúcar.

- Shock: Colocar a la persona en posición lateral de seguridad, o con los miembros elevados. Mantener permeable la vía aérea (ver: Obstrucción de la vía aérea).

Problemas cardiorrespiratorios: Técnicas de RCP Básica:
La Respiración Cardiopulmonar básica involucra una combinación de técnicas que proveen de vida elemental en una emergencia hasta que un equipo de reanimación cardiopulmonar avanzada se haga cargo del paciente.
Es fundamental tener en claro que mientras se ejerza RCP Básica se mantiene el cerebro y otros órganos vitales irrigados con sangre oxigenada, hasta que el tratamiento médico apropiado logre restaurar el normal funcionamiento cardiorrespiratorio.

Diagnósticos y pasos a seguir:
A- Inconciencia : Apertura de la vía aérea.
B- Paro respiratorio: Respiración boca a boca (ventilar)
C- Paro cardiorrespiratorio: Comprimir

Qué hacer:
Diagnóstico A:
Determine el estado de conciencia de la persona. Para esto, tómela por los hombros y presione suavemente. Preguntarle: "¿Está/s bien? ¿Me escucha/ escuchás?". Si no reacciona, señalar a una persona en particular para que llame al SAME, y en seguida proceder a la:

Apertura de vía aérea:
En la víctima inconsciente, la lengua se relaja y cae en la parte posterior de la garganta, impidiendo la entrada de aire. Abra la vía colocando una de sus propias manos sobre la frente de la persona, y la otra mano por debajo del maxilar inferior, parte ósea. Al inclinar la cabeza, la lengua se eleva y se aleja de la pared posterior de la garganta, abriendo el pasaje de aire.

Diagnóstico B: TIEMPO: 5 a 10 segundos
Para establecer este diagnóstico, el rescatador deberá:
M - mirar si el tórax se expande o se deprime
E - escuchar el pasaje de aire
S - sentir la salida de aire en la mejilla
Si no logramos resultados positivos en ninguna de estas tres acciones, procederemos a efectuar:

Respiración boca a boca (ventilar):
Primeramente, se debe ocluír las fosas nasales con el pulgar e índice de la mano, mientras se mantiene presión sobre la frente de la víctima para mantener la cabeza inclinada. Abrir la boca ampliamente, inspirar profundamente y sellar la boca de la víctima con la suya. Insuflar 2 veces, reponiendo el aire de sus pulmones completamente entre cada respiración, mientras mira si se eleva el tórax y permitiendo que, entre cada ventilación, la víctima expire la totalidad del aire insuflado. Cuando retire su cabeza entre las insuflaciones, observar si se deprime el pecho.
Sentir la salida del aire y escuchar atentamente frente a la posibilidad de que la víctima vomite.

Diagnóstico C: TIEMPO: 5 a 10 segundos
Para establecer el paro cardiorrespiratorio se deberá controlar el pulso carotídeo. Para ello, colocar dos o tres dedos sobre la nuez de Adán, deslizarlos hacia su lado hasta la primera depresión. Por allí transcurre la arteria carótida. Si no se detecta el pulso, comenzar el ciclo:

Compresión:
Correrse hasta el pecho de la víctima. Palpar el borde inferior de las costillas, recorriéndolo hasta su unión con el borde del otro lado, para localizar la depresión con el dedo índice. Con este dedo estaremos cubriendo el apéndice xifoides. Luego colocar el talón de la mano más cercana a la cabeza al lado del dedo, sin cubrirlo. Colocar la otra mano por encima de la primera. Las manos, colocadas correctamente, evitan las lesiones internas.
Comprimir suavemente, manteniendo los dedos sin tocar las costillas de la víctima. Transmitir el peso del propio cuerpo verticalmente, con los codos EXTENDIDOS y trabados. El ángulo que formen los brazos con el tórax de la víctima tiene que ser recto. La compresión debe ser lo suficiente como para deprimir el externón de 3 a 5 cm., con una frecuencia de 80 compresiones por minuto.

Administrar 15 compresiones y 2 ventilaciones. Esto compondrá 1 CICLO.
Realizar 4 ciclos y verificar el pulso y la respiración.

Si no hay pulso, ventilar 2 veces y reanudar el paso C.
Si hay pulso, pero no respiración, comenzar con las maniobras para paro respiratorio solamente.
Si hay respiración,
colocar a la víctima en posición lateral de seguridad y controlar permanentemente los signos vitales.

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN BEBÉS:

El diagnóstico debe ser PRECISO en niños y lactantes. Estimular al lactante verbalmente y sensitivamente (masajeando las plantas de los pies). Colocar a la víctima en posición, sobre una superficie dura.

Diagnóstico A:
Cuando se abra la vía aérea, no hiperextender. Realizar una extensión, para no producir daños.
Diagnóstico B:
Realizar el M E S y cerciorarse de si la víctima respira. Si no lo hace, cubrir la boca y nariz del bebé. Administrar 2 insuflaciones de poco volumen y observar el movimiento del tórax.
Diagnóstico C:
Determinar la falta de pul
so: tomar el pulso braquial con dos o tres dedos, en la parte interna del brazo y dos dedos por encima del pliegue del codo. Si falta el pulso, comenzar con las compresiones:
Trazar visualmente una línea mamilar y otra esternal. Colocar en el cruce un dedo, y dos por debajo del anterior. Levantar el primero y realizar las compresiones con una frecuencia de 100 por minuto. Deprimir el esternón 1 a 2 cm.

Efectuar 5 compresiones y una ventilación (que conforman 1 CICLO).
Realizar 10 ciclos y verificar pulso y respiración.

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN NIÑOS de 1 a 8 años:

Se deben seguir los mismos pasos, teniendo en cuenta lo siguiente:
- Las compresiones se deben hacer con el talón de una mano en el área de compresión del adulto (80 por minuto).
- Se debe deprimir el esternón 2 a 4 cm.
- La frecuencia será de 5 compresiones y 1 insuflación (conforma 1 CICLO).
- Se realizarán 10 ciclos y se verificará el pulso y la respiración.

FRECUENCIAS DE VENTILACIÓN:

- Adultos: 1 ventilación cada 5 segundos (12 ventilaciones por vez).
- Niños: 1 ventilación cada 4 segundos (15 ventilaciones por vez).
- Bbés: 1 ventilación cada 3 segundos (20 ventilaciones por vez).

Una vez comenzadas las maniobras de reanimación, únicamente pueden interrumpirse si:
- La víctima se recupera (aparecen pulso y respiración).
- Otra persona entrenada ocupa el lugar del rescatador.
- Un médico o paramédico toma la responsabilidad de la situación.
- El rescatador se encuentra TOTALMENTE EXHAUSTO y no puede continuar.

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